Una escuela con mucho arte

La mamá de nuestro compañero Tomás, de la clase de 4 años, es profesora en la Escuela de Artes de Logroño. Un día nos propuso que los niños y niñas de 4 y 5 años podíamos ir a visitar su escuela y hacer una actividad de cerámica allí. Nos pareció una idea estupenda y, claro, dijimos que sí. El pasado viernes fueron los alumnos de 4 años y volvieron encantados. Y esta semana, por fin, nos ha tocado a nosotros. Cuando llegamos nos estaban esperando Beatriz, que es la mamá de Tomás, y Jose, el profesor de Cerámica de la Escuela.
En primer lugar nos enseñaron la exposición que tienen actualmente en los sótanos. Se trata de una serie de obras hechas por profesores del centro con periódicos, usándolos como material principal y como fuente de inspiración. Vimos elaboraciones chulísimas, tanto de objetos y personajes conocidos como de obras más originales e incluso extrañas. Luego nosotros mismos pudimos contribuir con nuestras propias creaciones, que dejamos allí, en una zona dispuesta para la participación de los asistentes. Os animamos a visitar esta exposición que está abierta al público. Seguro que os sorprenderá y os encantará tanto como nosotros.
A continuación nos enseñaron algunas zonas de la Escuela, que está en uno de los edificios más bonitos de Logroño. Los pasillos están decorados con esculturas gigantes hechas de escayola y Jose nos explicó un poco algunas de ellas. También vimos la biblioteca, que es muy nueva y está muy bien decorada. ¡Y que no tiene cuentos, sólo libros de consulta!
Después subimos al ático, donde está el aula de cerámica. Allí Beatriz y Jose nos contaron un cuento que trata sobre los nombres y nos propusieron elaborar unas placas con los nuestros propios para poner en la habitación. Nos pareció genial, así que nos repartieron arcilla blanca y materiales para modelarla y nos pusimos manos a la obra. Como ya habíamos aprendido muchas cosas sobre el barro gracias a Sandra, la mamá de Ibai, aprovechamos para repasar nuestros conocimientos. ¡Jose se sorprendió de todo lo que sabíamos! Las placas quedaron chulísmas, pero ahora hay que esperar a que se sequen y las pongan a cocer en el horno especial. Habrá que tener paciencia. Las cosas bien hechas llevan su tiempo. Cuando estén listas, Beatriz nos las hará llegar, y podremos pintarlas y ponerlas en nuestra habitación.
Una vez todo recogido y las manos lavadas, salimos a la terraza a comer el almuerzo. ¡Había que reponer fuerzas antes de volver al colegio!
Fue una experiencia inolvidable. ¡Lo pasamos genial y aprendimos un montón! Muchas gracias a Beatriz, a Jose y al director de la Escuela de Artes por ofrecernos una actividad tan interesante. Esperamos que nuestros compañeros más pequeños puedan repetirla en años próximos.

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