En Letrilandia no podía faltar una biblioteca y quien se ocupa de ella es la señorita "g". Esta letra, cuando acompaña a los reyes o a la princesa "o" tiene una voz suave. Así escribimos palabras como "gato", "goma" o "gusano". Pero cuando va con los príncipes traviesos, "i", "e", se queda ronca de tanto gritarles. ¡Es que estos chicos se portan mal con todo el mundo! Y hay que estar muy atento, porque la "g", cuando va con la "e" y con la "i", no se diferencia de la "j" en su forma de hablar y es muy fácil equivocarse. Así es como suena en palabras como "genio" o "girasol". Así que, para que la voz de la señorita "g" no sufra, y podamos escribir palabras como "guerrero" o "guitarra", el rey "u" tiene que acompañarles. Al igual que ocurría con la "q", el rey "u" se coloca en medio pero no dice nada: sólo les vigila para que se porten bien.
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